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By Pupis Un día cualquiera caminando por la escuela, calle o fiesta ves a una persona, que en un principio puede pasar desapercibida ante ...

PARA TODOS AQUELLOS QUE QUEREMOS A ALGUIEN QUE ES MALDITAMENTE ESPECIAL PARA TODOS AQUELLOS QUE QUEREMOS A ALGUIEN QUE ES MALDITAMENTE ESPECIAL

PARA TODOS AQUELLOS QUE QUEREMOS A ALGUIEN QUE ES MALDITAMENTE ESPECIAL

PARA TODOS AQUELLOS QUE QUEREMOS A ALGUIEN QUE ES MALDITAMENTE ESPECIAL

By Pupis

Un día cualquiera caminando por la escuela, calle o fiesta ves a una persona, que en un principio puede pasar desapercibida ante tus torpes ojos, pero alguien los presenta, es entonces cuando solemos suponer que es lo que va a pasar, hasta qué grado va a llegar nuestra relación (y no precisamente me refiero a una relación amorosa) con esa persona.
Porque siempre anteponemos prejuicios por el simple hecho de ver las actitudes o comportamiento de una persona antes de tratarla, a veces pasa que decimos – no, yo con el (ella) ni a la esquina, obvio es esto o aquello, es muy callad@, enojón (a), reservad@, etc. Miles de cosas que podemos pensar antes de hablar, “un libro no se juzga por su portada” y creo que las personas tampoco nos deberíamos de juzgar por nuestra apariencia a primera vista.
Todo esto viene a colación porque a veces, de esa persona que menos esperamos, es de la que màs recibimos. El simple hecho de saber que le somos importante a alguien o que nos digan cosas bonitas resulta agradable para cualquier ser en esta vida. Entonces a veces cosas que nos disgustaban antes, que incluso nos parecían bobas o que ni siquiera necesitabamos, empezamos a buscarlas dìa a dìa.
Es increíble la manera en cómo alguien a quien apenas conoces pueda llenar tantas cosas en tu vida, como puedes pasar horas y horas hablando con esa persona que ahora ya no es una màs, que es alguien a quien quieres ver todos los días e incluso sabes que a él (ella) le pasa lo mismo contigo, pero tu miedo de hablar, de decir las cosas no te dejan ser completamente feliz.
Despiertas pensándola, no sabes por qué te hace feliz en un dìa cualquiera, recuerdas cosa que pasaron, por muy mínimas que sean te terminan robando una sonrisa y ¿por qué no? un suspiro. Pasa el tiempo y no dices nada, el dìa que casi le dices lo que sientes muy estúpidamente decides echarte para atrás y piensas - otro dìa te digo - y el (ella) pregunta -¿estas segur@? ¿No quieres decirme nada importante?- , con la cabeza dices no y en tu mente solamente te preguntas ¿por qué me resultas tan malditamente especial?
Pasan los días y te das cuenta de que no puedes màs y necesitas hablar, decirle lo que piensas, has tenido tanto tiempo a solas con el (ella) que no has sabido aprovechar, pero hoy, sin saber que pueda pasar, hoy le dirás lo que sientes y entonces estarás liberado de ese sentimiento con el cual caminas desde hace ya unos meses.
Llegas temprana al lugar de los hechos te animas, practicas tus líneas una y otra vez entonces l@ ves y le sonríes, el (ella) te contesta un poco nervioso, pero con una sonrisa también. Intentas calmar tus ganas de salir corriendo pero inevitablemente abres la boca y le dices – me gustas mucho, quiero estar contigo, me resulta muy agradable tu compañía y las cosas que haces o dices- antes de que sigas el te mira con una cara de susto enorme, al mismo tiempo que llega una tercera persona y te dice es que es mi novi@. Entonces no sabes que hacer y en cuanto tengas un momento a solas con el (ella) hablaras de que fue lo que paso, lo último que te dice es – ¿recuerdas el dìa que te pregunte si no tenías nada que decirme?, si estabas esperando el momento oportuno, ese era.
Ahora te encuentras sol@ y pensando en por qué no hablaste. El miedo, la inseguridad y un montón de cosas estúpidas te pueden quitar la gran experiencia de amar, no puedes perder algo que no tienes, entonces ¿por qué no decir las cosas qué sentimos? Arriesgarse no ha matado a nadie, no hacerlo ha dejado a muchos sin corazón, no dejes que el tiempo pase más y más, mañana podríamos no estar.

1 comentario:

  1. La inseguridad... Una actitud tan recurrente que a veces suele ser también confundida con cobardía.

    Los problemas serían menos para el ser humano de decir lo que sentimos a ese alguien que nos hace sentirlo.

    Ya lo escribiste: no es fácil, pero te libera.

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