La vida en la ciudad siempre es muy estresante y así como el cuerpo que se ejercita diariamente necesita reposar, relajarse y recuperar energía constantemente, la actividad intelectual tiene el mismo derecho. Por eso me di a la tarea de verificar que la mente realmente descansa y fui de corresponsal a Oaxaca, la tierra de las tradiciones, comida, bailes, comida, mezcal, comida, agua ardiente y ya les dije que comida (¿?) En fin, la travesía comienza cuando se prepara el equipaje, la desvelada una noche anterior llenando las maletas con cosas que tal vez nunca ocupes en un viaje pero pueden tener mucha utilidad, de esas cosas que no importa que no lleves pero que en caso de no hacerlo seguramente necesitarías, como una lámpara una cobija, un tapete para yoga, etc. No es necesario que les cuente cuantos calzones lleve (si es que así lo hice) pero si les diré un estimado de gasto de viaje por si alguien se anima a visitar la tierra prometida, obvio esto es en un automóvil de 6 cilindros con un rendimiento de 12km por litro usando gasolina Magna ( aquí cada quien estime con el suyo, o piénsele en el viaje en autobús) si vives en el área metropolitana, la mejor opción es rumbo a puebla, es más económico unos $357.00 de casetas hasta allá y unos $420.00 de gasolina ya con propinas, siempre y cuando te aprietes el deseo de adquirir un suvenir de camino o un refrigerio, por eso puse estimado.
La ocupación hotelera no siempre es satisfactoria y mucho menos cuando se celebra una fiesta tan grande “La Guelaguetza” esta forma parte de los cultos populares a la Virgen del Carmen, razón por la que se celebra los dos lunes más cercanos a la festividad católica de esta advocación mariana (el 16 de julio). Visité unos 7 hoteles con altos costos de ocupación que iban desde los $1500.00 y hasta los $8000.00 ¡por noche! Y dependiendo del hotel era o por persona o por habitación, (ojo, mucho ojo, recomiendo no desesperarse y mucho menos perder la calma) después de una ardua tarde buscando hospedaje encontré uno muy cerca del centro (a unos 10 minutos a pie) y bastó pagar $650.00 para pasar la noche.
Una pequeña visita al mercado municipal para cargar municiones, por economía es mejor comer ahí, pensé, pero al llegar me di cuenta que estaba abarrotado, gente nacional e internacional hacía filas para formarse y poder comer algo y así se hizo. Se probó de todo: enmoladas, pollo con mole negro, tamal Oaxaqueño, quesadillas gigantes de amarillo, Tlayudas, Chocolate-Atole (que se sirve en Tazón) en fin de las mejores comidas regionales que he probado.
Para bajar ese atascón era necesario dar la caminata por el zócalo, una raspa de Changunga y disfrutar dela sombra en el parque del centro de Oaxaca. La acumulación de la gente nos llamó la atención y todos comenzaron a decir “ya viene la calenda” puse cara de duda y nadie sabíamos que era eso de la Calenda, me di a la tarea de ir a preguntar a un oficial de tránsito ya que en esa esquina comenzaron a cerrar la calle y dije “disculpe oficial ¿qué es la calenda?” y me dijo que era un baile tradicional, gran explicación, ya después supe que todas las fiestas patronales de los valles de Oaxaca comienzan con “La Calenda” que es la forma de informar e invitar a la gente a la fiesta, esta se lleva a cabo al ritmo de música y banda seguidos por los coheteros especialistas en lanzar esos cohetones en las festividades, ya que deben ser “expertos” que saben dónde, cuándo, cantidad, ritmo y son quienes cuidan de que no causen accidentes, tanto en los participantes como en las casas del pueblo.
Después de los coheteros les siguen los gigantes hechos con un armazón de carrizo, su ropa de tela y su cabeza con papel. Lo interesante es esquivar sus largos brazos ya que con su baile donde dan vertiginosas vueltas, es casi imposible no recibir un “zape”. Siguen desfilando delegaciones obviamente frente a ellos su santo patrono, las “chinas oaxaqueñas” desfilando con flores y vestimentas, porras y distintos bailes que alegraban a los que alrededor veíamos desfilar esta hermosa calenda.
Mientras uno disfruta este hermoso espectáculo de riqueza y tradición de mi adorado Méjico y ya que se terminó nuestra raspa de changunga, llega de sorpresa mi primer “Hidalgo” ya que los participantes de cada una de las delegaciones, llevan galones con litros y litros de mezcal, agua ardiente y licores de la región, pensé que me tocaría Mezcal, pero gran sorpresa me llevé cuando sentí fuego recorriendo mi esófago, y cuando mis lagrimares comenzaron a lubricarse se me ocurrió preguntar que había tomado, “agua ardiente de la región del istmo” me dijeron, y fue ahí donde me animé a seguir disfrutando de las danzas y no paré de degustar mezcales y licores de cada una de las delegaciones. Supongo que para la media Calenda que llevaba me cargaba con una borrachera que hasta lágrimas tenia, supongo que eran de la emoción del impactante espectáculo que estaba disfrutando.
“La calenda se dirige hacia el templo del pueblo, donde las chinas dejarán su ofrenda de flores al Santo Patrón o Virgen de la comunidad. Acto seguido en el atrio del templo se inicia la quema y baile de las canastas con fuegos artificiales, los toritos y si se puede, al final los Castillos.”
“Las calendas son un producto de la cultura mexicana que siguen vivas y palpitante en los Valles de Oaxaca. La calenda es participación, encuentro, apoyo, fiesta, sacrifico físico y económico, tiempo, amistad, fraternidad y comunitariedad.”
“La calenda termina en la casa del mayordomo con una cena para todo el pueblo, por supuesto que acompañados por la banda de música”.
Ya para la noche se comienza a sentir hambre, y pues no es lo nuestro comer en el hotel que presentaba un menú “más internacional”. Salí a la calle con la misión Ninja de encontrar alimento sabroso, mi sorpresa fue, encontré un puesto donde “solo” vendían “Tlayudas”, “Suaves” y “Memelas”.
Para bajar el Mezcal y calmar el hambre de "La Calenda". Tlayuda Oaxaqueña |
Ya a la mañana siguiente emprendimos el viaje hacia la costa a través de la sierra, donde debo decir que si la toman, lo hagan con mucho cuidado ya que la carretera hacia puerto escondido esta en pésimas condiciones; obvio debido al huracán y a que era temporada de lluvias, quizá eso también influyó.
Pero enserio las 7.5 horas de Oaxaca a Puerto escondido valieron la pena. Arribamos a un hotel que se encuentra entre la selva, con un club de playa privado ya que dicho establecimiento se encuentra sobre una “montaña” o en lo alto, que para resguardar el “golpe de los huracanes” y cruzando entre la selva a unos 5 o 10 minutos a pie (pero cuenta con transporte gratuito para el club para todos aquellos haraganes), este hotel es el “Posada Real” que espero tengan la oportunidad de darse el rol, la verdad, ni siquiera van a querer salir de ahí.
Es un lugar totalmente tranquilo solo olas retumbantes dispuestas a ser embestidas por surfistas se encuentran en ese club de playa Privado, solo algunos usuarios del hotel 2 meseros y nosotros todos los presentes para ese gran sol, arena, y mar.
Por obvias razones no me iba a quedar encerrado en el hotel, -todo lo hice por la banda Sonora jajajajajaja-, y pues bueno les recomiendo el tour ¬¬personal¬¬ que no es tan largo; a dos horas esta Huatulco si quieres pasar una tarde familiar, pero si quieres reventarte solo en plan de ligue o en banda en plan de desmadre, pasen a comer a Puerto Ángel de ahí a 10 minutos, aclaro en transporte privado se encuentra Zipolite la “playa nudista”, que no encontramos nada más que al cerdo decente en cueros o sea yo. Pero si realmente quieren ver a “gente” desnuda tienen 2 opciones cruzar la roca y visitar la playa del amor (pero les confieso esa es una playa GAY, efectivamente pura banda “homosexual” masculina (sin ofender, cada quien) #mehancontado porque #yotelojuroquenolavisite después para la impresión dense un rol por Mazunte un pedacito de paraíso privado por uno o varios hippies franceses, pero en fin.
Y ya que se hartaron de ver senos y penes en Zipolite y la famosa playa del amor o de que ustedes se encueren #yoselosjuroquenohicenada de regreso a puerto escondido, pero no sin antes pasar a surfear a la hermosa playa de Zicatela, donde nos deleitaremos la pupila con unas curvas supertorneadas de chicas en mini bikinis y que si les aseguro que unas 20 eran brasileñas, y también verán unos abdómenes predilectos y todos expertos de las tablas, pasar la noche en la playa de Zicatela está genial y más cuando el gobierno del estado te regala un concierto en la playa con DJ´s locales y por parte del Rock Fobia en fin banda lo mejor de lo mejor.
Y para cerrar con broche de oro el Mezcal bebida de agave o elixir de dioses, que como decíamos se empieza a comercializar más y se pierde el taboo de que solo los “nacos” o “proles” lo bebían ya que va desde los $80.00 el litro y hasta los $750.00 el añejo, ya que lleva una destilada estilo tequila; mezcal blanco, joven, reposado, añejo, no importa cual bebas, siempre y cuando lo hagas con responsabilidad y diversión.
Gracias y nos vemos en la próxima visita. República Sonoro´s Travel.
Todo por los Sonoros. Nos vemos en la siguiente visita a nuestro Méjico. |
Sir Travel Al Da Hama
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