Cuando las señales del
tiempo anuncian
La flamante sombra de lo
pasado
Con el libro de acciones se
denuncian
Los errores con aciertos
devengados
El acero de la espada
pronuncia
El castigo del hombre
señalado
Las almas lloran con total
renuncia
Lo que en el ayer habían
obrado
No hay lugar en donde
esconderse
de las coordenadas del
relámpago
no hay muro que cubra del
pecado
Sólo una oración puede que
disperse
la fuerza balanceada del
estrago
la luz de redención de lo
culpado.
Georgette
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