Titulo: El
crepúsculo del pensamiento.
Autor: E.M.
Cioran.
Editorial: Nueva
Imagen.
Ya no sé qué
tanto sentido tenga la frase Cioran es poco conocido. Lo que sé es que no es
popular, pues hay quien lo conoce y le desagrada, hay a quienes les deprime
leerlo. Hay quien lo hojea y lo detesta a instantes inmediatamente consecutivos.
Hay quien lo prefiere lejos. Y no es nada del otro mundo la repulsión que puede
causar este escritor Rumano avecindado, humildemente, en el Barrio Latino de
París y nacionalizado francés. Pues sus escritos, aforismos la gran mayoría,
son la encarnación, pura y cruda de lo que se ha venido llamando existencialismo pesimista.
Hijo de sacerdote ortodoxo, entra a estudiar
filosofía en la Universidad de Bucarest
y… no voy a reescribir lo que se puede leer en Wikipedia sobre él. Sólo me gustaría, más que describir
su vida o su obra, mostrarlas.
Como esto
va a estar cabrón, nada más copiaré pedazos del libro y enlistaré algunos de
los títulos de sus libros. Así espero mostrar un poco de lo peculiar, original
y desgarrador del pensamiento de Cioran.
...sí, es ése de la foto.
Algunos de
sus libros.
“Adiós a la filosofía”
Algunos aforismos
tomados de "El Crepúsculo del Pensamiento”
En
un mundo sin melancolía, los ruiseñores deberían escupir;
y las flores de lis, abrir un burdel.
El
amor muestra hasta donde podemos estar enfermos dentro de los límites de la salud:
el estado amoroso no sólo es una intoxicación orgánica, sino también
metafísica.
La
soledad no aprende a estar sola, sino a ser la única.
Todo
pensamiento se asemeja a los gemidos de un gusano que pisotean los ángeles.
El
tiempo es un sucedáneo metafísico del mar. Sólo pensamos en él para vencer la nostalgia.
La
melancolía, aureola vaporosa de la Temporalidad.
La
teología no ha podido aún dilucidar quien está más solo: Dios o el hombre. Llegó
la poesía y comprendimos que era el hombre…
La
locura es la introducción de la esperanza en la lógica.
En
la tristeza, una sola cosa es dolorosa: la imposibilidad de ser superficial.
El
terror es un recuerdo del futuro.
La
teología sólo ha guardado para Dios el respeto de la mayúscula.
Si les
parece pesimista, hay quien lo llama realista. Para mí, leer a Cioran,
resulta un auténtico ejercicio de superación personal; algo así como ‘los ejercicios espirituales’, de (San) Ignacio de Loyola pero contemporáneos.
Lo leo
cuando estoy triste o deprimido y quiero dejar de estarlo.
Cuando deprimido averiguas que alguien se siente peor siempre es reconfortable,
placentero.
Pues conocer el dolor de la existencia puede tranquilizar a cualquiera.
Emil Mihai
Cioran, su nombre original, está
enterrado en el cementerio de Montparnasse
bajo el nombre de Émile Michel Cioran, que fue como se le rebautizó en París… digo, por si algún día se dan un
rol por allá, les encargo un escupitajo para la lápida del francorumano.
Aquí los libros de Cioran que se pueden
encontrar en la Biblioteca Vasconcelos.
@Un_tal_Cioran
Y ésta es
una cuenta de tuiter que tal vez deberían checar: @Un
Es como si
Cioran hubiera resucitado… pobre Emil.
@aleljndr
@MomentoSonoro
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