Todas
estaban ahí. Eso ya era bastante raro. Nunca, ni siquiera en mis momentos de
más profundo ocio las enlisté.
Seis
de frente y veinte de fondo, marcialmente ordenadas en filas compulsivamente
dispuestas. Así estaban todas las palabras que me gustan.
Escaldufa,
akvo, diletancia,
eksviro prosapia mequetrefe
Méjico gandul malandrín
Acracia frumentario villanía
sucinto pareidolia saudade
insurgencia escotoma vodevil
Hierógamo resiliencia trenodia
Heresiarca Inopia sinecura
mamarracho contumelia sajar
Sofía lato
cariacontecido
Frida decumano
autoeventración
prosaico atezo abyecto
panoplia denodar marisma
taxonomía iconoclasta panegíricos
hagiografía bonhomía tabernáculo
circunspecto bucólica douceurs
estipendios pastiche amilanar
marchamo singlar acedia
rapapolvo etcétera réprobo
anatema
Unas
junto a otras. Expectantes, atentas. Yo pasé revista, caminé entre ellas, me
sentí satisfecho, no faltó ni una. Luego, comencé mi discurso:
“¿Por
qué están aquí? La respuesta es porqué me gustan. Y ¿por qué me gustan? Sé que
lo ignoran. En eso somos iguales. Yo tampoco lo sé.
Y a
pesar de la ignorancia de las causas aquí estamos, ustedes y yo. La ignorancia
nunca es una limitante, antes es la posibilidad de todas las posibilidades. Es
el vacío necesario, es el contenedor sin el cual el contenido no sería
contenido. Pero no se dejen engañar, ni contenido ni contenedor existen. Les
cuesta trabajo entender, lo sé. Se debe a que ustedes se consideran contenido,
y si alguien les dice que el contenido no existe, ustedes piensan que entonces
ustedes no existen. Ahí la dificultad. Lo que no se les ocurre pensar es que si
el contenido no existe, entonces ustedes no existen como contenido; existen,
sí, pero como otra cosa. ¿Qué tal si ustedes existen como ustedes?
No se
identifiquen con nada, ni siquiera con ustedes mismas. La identidad no es
producto de una acción, ni es producto de una advertencia, pero después de ésta
parece aparecer. La identidad ya está hecha, sólo debemos advertirla. Ustedes
son ustedes no porque yo lo diga, sino porqué así es. Antes de reconocer
cualquier autoridad, incluso la mía, reconozcan la suya propia.
Rompan
filas.”
Luego
una en una, todas las palabras se adhirieron a mí, completándome; unas por los
ojos, otras por los oídos, casi todas cerca de mi cabeza, algunas por mi
corazón, comenzando por las iniciadas en F.
@aleljndr
Escribes diferente. Extraño. Loco.
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