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-Hola, ¿tienes mucho aquí? -No, lo suficiente y no más, tratándose de ti. -Gracias, es que el trabajo tomó más tiempo de lo esperad...

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-Hola, ¿tienes mucho aquí?

-No, lo suficiente y no más, tratándose de ti.

-Gracias, es que el trabajo tomó más tiempo de lo esperado.

-¿Y todo bien?

-Bastante, no es la primera vez que lo hago, pero la mirada de esa señora, es como si la conociera de antes… qué pues algo me incomoda. ¿Podemos irnos de este lugar… o caminar?

-Ok, caminemos, así me cuentas más de tu chamba hoy.

Sabes, me gusta mucho escuchar tus historias del trabajo, sé que puede parecer enfermo pero me gusta mucho.

-No creo que sea algo enfermo. Más bien creo que es normal.

-Lo que sea, pero escucharlo, con tanto detalle, como sueles contarlo, me despierta una serie de sensaciones vagas en el cuerpo…

-Calma, que pareces estar excitado, y no creo que sea el caso.

-Uy mujer, no sabes lo que dices.

-¿Qué, si te resulta excitante?

-Pues…

-¿Pues?

-Nada, nada. Dame la maleta, yo la cargo.

-Está bastante pesada hoy.

-Sí, he sentido el peso de tus actos ya. ¿Y dime tu cliente hombre o mujer?

-¿Cliente? Eso sonó como de a prosti, idiota.

-Bueno, era un decir pues, cuéntame, anda.

-Está bien, pero sentémonos a fumar.

-Mira, guarde justo dos cigarrillos para después de tus quehaceres. Siempre me ha resultado placentero fumar a tu lado, más en situaciones como ésta.

-¿Y qué tiene de especial ésta?

-Pues que hace ya un par de meses que no nos veíamos, que no sabía si seguías en las mismas que cuando decidí ausentarme un poco, y pues hoy he decidido presentarte a alguien.

-¿Ah sí, y se puede saber a quién?

-No, es una sorpresa.

-Ah, con lo que me encantan las sorpresas… da igual, no creo que me cause emoción enterarme ahora o después. Y bien, ¿cómo estuvo tu viaje?

-No, cuéntame de tu trabajo.

-No, dime tú primero.

-Nunca vas a dejar de ser tan necia.

-Ni tú tan irremediablemente inocente y manejable. ¿Y bien?

-Pues como todos los viajes… ratos buenos, malos, aburridos…

-¿Y mujeres, conociste a muchas?

-Mujer eso no debería interesarte, debería incomodarte.

-Claro que no. Siempre hemos sido claros en nuestras relaciones sin fines de lucro. Así es esto, ambos salimos beneficiados y pues nadie lastimado; así fue y será siempre. Anda dime, ¿cogiste con muchas?

-Mujer, mujer, eres tan…

-¿Fácil? No lo creo, te llevo más tiempo tenerme un tu cama.

-No, abierta o liberal.

-Pues si no lo fuera estaría aferrada ti, a tus besos, a tu manera de excitarme, de tocarme, el cómo tienes sexo conmigo y sólo conmigo, porque sé que a nadie más has de hacer esas cosas que tan bien te salen conmigo.

-Ja, no sé si reírme o llorar pues en más de una cosa tienes razón.

-Claro, estamos juntos cuando queremos  y hacemos lo que nos place. Y aunque siempre supe que contigo tendría cosas que con ningún otro cabrón, creo que amo más mi trabajo, y como toda ocupación tiene riesgos, a los que no estoy dispuesta a arrástrate.

-Mira, si sí tienes corazón.

-Pues claro que sí torpe, si no tuviera corazón no aceptaría seguirte viendo después de todo.

-¿Y cuándo trabajas no te remuerde la conciencia?

-Que no chingao, trabajo es trabajo y ya. Es como cuando tú vas y criticas una película de un guey, si se pone a llorar te vale madre, pues es tu trabajo ¿no?

-Jajaja, había olvidado lo insensible que eres en tu horario laboral.

-Jajaja, idiota. ¿Y qué más hiciste allá?

-Pues criticar dos que tres cosas, para eso me pagan. Y pues sí, también conocí dos tres pompis fáciles de tener y difíciles de olvidar.

-Tsss te enamoraste.

-No, eso ya no es para mí. Pero basta, ahora te toca.

-¿Quién?

-Tarada, te toca contarme de tu chamba de hoy.

-Pues una señora, como de unos 40 – 45 años.

-¿Era guapa, de buen ver, si te la dabas?

-Inche enfermo, jajaja pues chance… igual no le decía que no.

-¿Aún puedo verla? Debes tener fotos ¿no?

-Sí, pero debemos deshacernos de la maleta, pues nos va a estorbar para la otra parte del plan.
-Mujer cuéntame más, empiezo a excitarme con sólo imaginar lo que estas manos hicieron y cómo actuaron.

-Y espera a ver su rostro, bueno lo que quedó de el. Están en la bolsa de enfrente de la maleta.

-¿Son éstas?

-Sí.

-No se le ve bien la cara, de hecho no se distingue.

-Mira ésta, es mi preferida…

-¿Por?

-Por el collar que tiene colgando la bruja.

-Oye, ese collar…

-¿Qué tiene?

-Ese collar es muy parecido al de… ¿recuerdas que te dije que te iba a presentar a alguien?

-Sí.

-Pues hoy vi a mi madre por la mañana, tenía un collar igual. ¿Mataste a mi madre?

-Oye, oye, oye, yo no sabía, una chica y su esposo se enteraron de mis servicios, me contrataron, acordamos la cantidad y ya. Anticipo, muerte, resto del dinero y nunca nos volvemos a ver. Más de una vez has estado enterado de cómo funciona esto. 

-Sí pero era mi madre, no como cualquier otro guey o vieja que hayas matado antes.

-Y yo qué iba a saber, si te sirve de consuelo pues viene parte de tú mamá en la maleta…

-No, tus historias siempre me han gustado, pero tratándose del cadáver de mi madre, creo que me siento realmente excitado.

-¿Qué, no deberías estar tan molesto como al principio?

-No mujer. Olvidemos aquí el cuerpo, nadie va a reclamarlo, no en los siguientes días. Vamos ahora a buscar un cuarto de hotel o un lugar en donde podamos coger, pues mira que excitado me ha puesto tu trabajo de hoy. Mientras hago lo mío quiero  los detalles  sobre su muerte.

-Insisto, no sé quién está más enfermo si tú o yo, pero vamos, que mientras tu madre esté tibia aún, nosotros estaremos bien.

Ves siempre te lo dije, y no me equivocaba, trabajo es trabajo, hoy es tu madre, mañana la de alguien más. Y recuerda que con quien me inicié en esta profesión  fue con mis propios padres.

2 comentarios:

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