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Estas notas muestran de qué modo a la ciencia contemporánea, y desde sus inicios, se le escapa lo real , no por accidente, sino con toda i...

Apuntes para un ensayo Nihilista Apuntes para un ensayo Nihilista

Apuntes para un ensayo Nihilista

Apuntes para un ensayo Nihilista

Estas notas muestran de qué modo a la ciencia contemporánea, y desde sus inicios, se le escapa lo real, no por accidente, sino con toda intención y conciencia. Pues es una de sus características no interesarse por el ser; evitando así todo trato con la Ontología.

Bienvenidos a un nuevo modo de alienación científico-moderna.

El problema de la realidad en el mecanicismo.

Desde siempre el ser humano, en su esfuerzo por interpretar y dar razón de su entorno ha impuesto un orden a la realidad —kosmos—. Saber, ciencia y conocimiento son títulos que se le da a esta actividad básica.

Aristotelismo, naturalismo: ambos presentan una realidad ordenada: un cosmos. “ambos paradigmas poseían ontologías dogmáticas, es decir, conceptualizaciones que afirmaban explícitamente la existencia de las entidades postuladas por sus teorías[…]no sólo eran conceptos útiles para explicar la realidad, sino que formaban parte de esa misma realidad[1]



[1] TURRÓ, Salvio; Descartes. Del hermetismo a la nueva ciencia. Anthropos. Barcelona, 1985.

383.


Aristotelismo, naturalismo “son dos paradigmas semejantes, pues ambos construyen un cosmos de modo que los materiales para edificar este habitáculo forman parte del mismo.” He aquí la innovación de la ontología del mecanicismo.

Descartes, desde su obra el Tratado del mundo, sabe —es conciente—: su modelo explicativo es sólo eso: un modelo, una metáfora, una fábula, una hipótesis. La ontología mecanicista no es dogmática, como aristotelismo o naturalismo, es hipotética. Es este sentido la ciencia cartesiana es «nueva»; esta es la innovación revolucionaria frente a aristotelismo, naturalismo y cualquier otra práctica ordenadora del cosmos: no tematizó las entidades de su teoría como reales, como sí lo hizo Galileo, sino como postulados convenientes para el logro de ciertas finalidades prácticas; “desaparecido el carácter dogmático de la ontología (es decir, de la conceptualización y categorización de la realidad), se hunde paralelamente la misma idea de un cosmos[1]

Lo real no tiene porque corresponder a nuestras intuiciones empíricas es lo que dice Descartes al Renacimiento, o sea que “invierte toda la perspectiva tradicional: ahora se ignora tanto qué sea lo real como el modo en que se estructura; lo único que se puede predicar es que mediante ciertas suposiciones (hipótesis) damos razón de ciertos fenómenos. De este modo el ser (lo real, lo consistente, lo necesario) ni radica en la experiencia inmediata ni en las entidades supuestas en la teoría, es decir deja de pertenecer a lo que se venía llamando realidad[2]. Así la intuición empírica es puesta entre paréntesis —hay que dudar de los sentidos, pues nos engañan— pues no tiene porque corresponder con lo real, y la nueva concepción mecanicista que explica los fenómenos es meramente hipotética y, por lo tanto, carente a sí mismo de entidad.

No hay cosmos porque no hay “orden de lo real que lo estructure de manera absoluta y necesaria, ni es posible decir donde reside, en última instancia, eso que se denomina realidad.” Y esta es la problemática que plantea el mecanicismo: “si nada de lo que nos parece o suponemos, tiene porque ser real, ¿dónde está la realidad? (o en su traducción metafísica: sin el ente no es el ser, ¿dónde radica el ser?). La ciencia, ciertamente, se ocupa de los fenómenos inmediatos reduciéndolos a movimiento, figura y extensión, pero poniendo especial cuidado en observar que tales entidades son hipótesis para llegar a un saber práctico [3] gracias a este hipotetizar se domina y manipula técnicamente a los fenómenos .

En tanto que la ciencia no pretende conocer la cosas tal cual son en sí, sino tal cual se subsumen en el esquematismo matemático-geométrico cabe no olvidar que lo esencial de esa ciencia aplicada es el bienestar humano, el cual no podrá lograrse sin el esclarecimiento de las metas, finalidades y fundamentos de esa ciencia.

Así se ha quedado sin raíces, la física no tiene ser, habrá que buscarlo; la meta-física vendrá a completar el árbol de la filosofía.

No hay que olvidar que Descartes pretende matematizar la física. Hoy en día esa pretensión es un hecho que se cree un triunfo sobre la naturaleza a favor del conocimiento a tal grado que la física es el paradigma de toda disciplina que pretenda cientificidad. Pero lo único que logran —y lo sabemos gracias a la Ontología— es alienarnos de lo real.



[1] Pág.: 385.

[2] Idem

[3] Pág.: 386.



El tema de lo real: mecanicismo y dualismo cartesiano.



Una vez descubierta la existencia de Dios, las dudas de la 1ª meditación dejan de tener sentido.

La divinidad (infinito de perfecciones) “garantiza que la mente humana no está sumida en el error continuado y que es capaz de hallar la verdad mientras no sobrepase los límites de su entendimiento.

[entendimiento limitado y voluntad infinita]

Descartes rehúye del modelo babilónico de ciencia y apunta a un saber que, conciente de sus propios límites, ponga coto a las pretensiones de dominio y expansión ilimitada de la voluntad” esto se hace restringiendo la voluntad infinita al entendimiento limitado. El límite del entendimiento es el proceder matemático o hipotético (tematizados en las Reglas para la dirección del espíritu y en el Tratado del mundo)

Debido a esto no se conoce la realidad estrictamente, sino sólo en tanto que la subsumimos a las hipótesis del mecanicismo, que permiten un tratamiento geométrico; esto es lo que hoy conocemos como la Física, esa disciplina actual que todo lo matematiza para hacerlo cognoscible, y es cognoscible a partir de que ser matematizable.

[al reducir los fenómenos al esquematismo geométrico, la ciencia es forzosamente mecanicista: este es, según Descartes, el proceder más seguro y fiable de la mente]

Los límites del ser humano parecen ser el conocimiento de fenómenos interpretados según las hipótesis matemáticas del mecanicismo.

El conocimiento es la subsunción de lo real en lo geométrico: esto nos lo dice Descartes en su obra Tratado del mundo

Nota A


La ciencia que pretende Descartes tiene estas características:

1.-la ciencia es un tipo de saber íntimamente ligado a la noción de un proceso, es decir, una revisión continua de sus postulados (lo cual no es algo positivo, sino negativo)

2.-la ciencia no puede ser ni aspirar a ser un discurso sobre la totalidad, otorgándose a sí misma y a su progreso la categoría de lo Absoluto, pues todo progreso es limitación

3.-la limitación inherente al desarrollo científico no es más que la finitud del sujeto, erradicándose así un discurso acerca de la perfectibilidad de la naturaleza humana que subyugue al hombre a la cadena de una historia en pos de esta perfectibilidad

4.-el mecanicismo, es decir, la aplicación de la matemática a la naturaleza, es la única forma posible de conocimiento; cualquier ciencia tiene que ser, de un modo u otro, mecanicista, esto es, hipotético-deductiva.

Estas características siguen, aún hoy, en vigencia; algunas se las ha llevado a los extremos.

Nota B

El hombre es el creador de la ciencia, pues es el sub-jectum del conocimiento (Meditaciones Metafísicas); a la vez que es un organismo corporal como el de cualquier animal.

El hombre debido a su cuerpo es un ser de la naturaleza; en este sentido está sometido a la hipótesis mecanicista de la máquina; pero, el mismo hombre, es a la vez el fundamento del saber, por lo que debemos suponer que trasciende de alguna manera el puro mecanicismo. El dualismo consiste en que “la ciencia que crea el hombre revierte sobre él explicándolo en parte”. Pero ante tal dualidad, debida a la hipótesis de trabajo, por encima o por debajo radica una unidad insoslayable. Res cogitans y res extensa se deben a “los imperativos de la reflexión epistemológica por un lado (metafísica) y de la hipótesis mecanicistas por otro (fisiología)”

Nota C

Son, simplemente “denominaciones útiles para el saber, necesarias para la comprensión del hombre como finito y para el avance de la medicina, pero la única realidad palpable en cada uno viene dada por la conjunción de varios elementos:

Y los pensamientos metafísicos, que ejercitan el entendimiento puro, sirven para hacernos familiar la noción de alma; y el estudio de las matemáticas, que ejerce principalmente la imaginación en la consideración de las figuras y de los movimientos, nos acostumbra a formar nociones distintas del cuerpo; y es sólo usando de la vida y de las conversaciones ordinarias, y absteniéndose de meditar y de estudiar las cosas que ejercitan la imaginación, como se aprende a concebir la unión del alma y del cuerpo.[1]

[el hombre es creador de todo saber, pero ¿es la finalidad última de todo saber?; Salvio Turró dice que sí, por lo menos que así debe ser.]

Verdadero sentido del dualismo cartesiano:”para la reflexión teórica y el avance de la ciencia (elementos imprescindibles para hacer más llevadera la existencia humana caracterizada por su finitud) es preciso postular a modo de hipótesis, igual que en el mecanicismo físico, la existencia de dos sustancias: una es el sujeto del conocimiento, otra es ese sujeto en cuanto objeto del mundo



[1] «Lettre à Elisabeth», 28-VI-1643 (AT, III, p. 603).


Pero fuera del campo del saber, en la vida cotidiana, donde se desempeña todo ser humano, “y que sólo con referencia a ella tiene sentido el mismo saber” no hay categorizaciones ni dualismos

Nota D

¿«fantasma en la máquina»?, sólo hay «fantasma cuando hay máquina» [No hay que olvidar que lo hipotético se halla desprendido de lo óntico. El «fantasma en la máquina» es lo hipotético, no lo óntico.”Lo óntico es un hombre que vive y que hace ciencia”]

Desde sus afinidades renacentistas en la juventudes; termina por renunciar a la Mathesis uniuersalis para aceptar una ciencia hipotética. Ciencia debida a un sujeto creador y ordenador, entorno del cual se da una reflexión meta-física que constata su finitud y la imposibilidad de hacer del progreso un fin en sí mismo, se aleja de la consideración babilónica que reduzca el saber a una especialización profesional o a la pura técnica

Nora E

Al tratar de exponer por medio de modelos explicativos o hipótesis el mundo, terminamos perdiendo el mundo. Pues no tratamos nada más que con postulados convenientes para el logro de ciertas finalidades prácticas. Esto es lo que hoy hace la ciencia. Explico:

Descartes tiene una obra que se llama Discurso del método para bien dirigir la razón y hallar la verdad en las ciencias, hoy se le conoce simplemente como el Discurso o el Discurso del método; en el original este discurso precedía otros estudios donde Descartes pone en práctica dicho método. Uno de esos estudios o tratados era la Dióptrica, que es parte de la óptica que estudia la propagación de la luz a través de medios materiales. EL plan general de este tratado que Descartes presenta es el estudio de la luz, el estudio del ojo humano y aplicaciones prácticas en la construcción de instrumentos ópticos y luego enuncia lo siguiente:

no hay necesidad de que intente decir con certeza cuál es su naturaleza [la de la luz] y creo que bastará con que me sirva de dos o tres comparaciones que ayudan a concebirla de la manera más cómoda, para explicar todas aquellas de sus propiedades que la experiencia nos hace conocer, y para deducir después aquellas otras que no puedes observarse tan fácilmente.[1]

Este es un ejemplo claro de lo que es el método hipotético-deductivo es física.

Lo que con esto está diciendo Descartes es:

1. lo que sea la naturaleza de la luz no importa

2. lo realmente importante es hallar un modo de tratarla que dé razón de sus caracteres empíricos

3. por consiguiente es necesaria la consecución de unos modelos teóricos (comparaciones les llama Descartes) que permitan establecer hipótesis acerca de los fenómenos ópticos

4. para el establecimiento de estos modelos paradigmáticos hay que tratar lo distinto como si fuera lo mismo, es decir, la luz y los ejemplos escogidos como si se tratara de fenómenos similares.

5. después bastará comprobar que las hipótesis que permiten establecer tales modelos se adecuan a los fenómenos de la experiencia ordinaria y de aquellas otras experiencias menos frecuentes.

Así queda delimitado perfectamente el procedimiento de investigación en física.



[1] Dioptrique, 1 (AT, VI, p. 81).


Por Jano.


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