Nuestros tiempos, estos tiempos, no son mis tiempos.
Nuestros tiempos son tiempos reciclados: nos falta creatividad. Re-usamos las modas pasadas, re-utilizamos, acondicionamos y mezclamos la vieja música, la vieja buena música, lo contemporáneo —sea arte o política— ya es pasado. No sabemos crear somos cultura reciclada hasta en lo intelectual, nuca como hoy —tal vez desde G. W. F. Hegel[i]— la tarea histórica se ha vuelto tan importante: Historia de la Filosofía, Filosofía de la Historia, Historiografía de la Historia y, en algunos años, Historia de la Historiografía. Así es en nuestros tiempos.
Esto pasa; es decir, somos una cultura recicladora y reciclada —no sé si reciclable—, debido a que todos los posibles y hasta los imposibles sabores han sido inventados y degustados; no hay más islas, y mucho menos continentes, por descubrir; no hay más modos de gobierno que ensayar; siempre son los mismos motivos para iniciar una guerra, ninguno es nuevo; han explotado hasta el cansancio todas las posiciones, depravaciones, filias y para-filias que el sexo puede dar; no hemos descubierto el octavo pecado capital; en el arte somos post-dadaístas. Ya no hay más que decir, que tocar, que pintar, que componer. Las 8 notas, por fin, han sonado todas. No hay más. Se acabó.
Otra prueba es que, en varias disciplinas lo moderno es ya pasado; ahora hay quienes se autonombran postmodernos.
Para los que no estén de acuerdo esta explicación será sólo verosímil. Para ellos he aquí otra, una segunda explicación, con la que de seguro acordarán aunque sea igual de verosímil que la primera:
No nos falta ingenio ni somos recicladores, lo que sucede es que hemos pasado por mucho —tenemos Historia— y con ese mucho es que nos hemos hecho quienes somos hoy, y una ridícula y cursi sensación de nostalgia nos dice: “tú pasado es importante, ¡recuérdalo!” Así que seguimos siendo los de siempre: creativos ingeniosos, inventivos y artísticamente originales, pero dedicados, al menos en parte, a la tarea Histórica.
Elijase la explicación que se deseé. ¿Cómo? Como siempre hace el ser humano, elija la que más le convenza; esto es la que más le agrade.
A final de cuentas todo es cuestión de gusto, de agrado, de Voluntad. Así es en estos tiempos actuales a los que me niego a reconocer como míos.
Nuestros tiempos, estos tiempos, no son mis tiempos, y sin embargo hay que responsabilizarse de ellos.
[i] Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831), filósofo alemán, maese del idealismo del mismo país. Ver: http://es.wikipedia.org/wiki/Hegel
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