Hoy me han hecho sospechar que me han enseñado algo:
En este mundo de luz —inclusive la luna alumbra— todo cuerpo proyecta sombra.
Yo tengo cuerpo, ergo yo proyecto sombra.
Obvia la pregunta: ¿Qué es la sombra?
Es eso no alumbrado, eso no alumbrado en un mundo de luz, tiene, de esencia, un sentido negativo: lo no-alumbrado. Es la opción ante la luz, es un modo de rebeldía, es un apesardequetodoesluztengolaopcióndequestoseadiferente. Es un negar puro. Es un No ante ninguna pregunta. Todos lo podemos entender, es ese pero ante toda afirmación, no importa que en la afirmación nos vaya la existencia:
—¿Me quieres?
—Sí…pero…
De eso digo hoy. De eso que me han casi convencido que he aprehendido.
Todos tenemos nuestra sombra. Alguien dijo con cierto descuido. Sin embargo, eso ha hecho mella en mi… en mí.
Con más frecuencia de la que quisiéramos dar conciencia, decimos algo que hace eco en los huecos de la existence. Si esto sucede, somos irresponsables; no ponderamos el alcance de nuestras palabras. Y a todo aquel que duda del peso de la palabra, ¿qué dirá de la magia? ¿Qué dirá de la poesía?
Lo siento, hoy ando muy sentencioso, muy afirmativo: me excuso, lo que sucede es que creo me han enseñado algo hoy. Permítaseme el delirio.
La sombra.
La sombra me hace temblar. Hasta hoy me di cuenta que es terrorífica, quizá por esto se le tema en la infancia. Nada hay más absoluto que la sombra, excepto la sombra Total, la sombra para el Todo, que es la Oscuridad.
Ante la oscuridad se experimenta o indiferencia o terror: el terror es la angustia concientizada, la angustia llevada al nivel de la autoconciencia. Es el sentimiento de la capacidad de entender lo que se ve, pero frustrada. Tenemos la capacidad de entender lo que se ve, pero si no se ve, entonces no se puede hablar de entendederas. La oscuridad, entonces, se torna en el más absoluto no-poder, en la más fundamental in-capacidad de la consciencia, en la pura in-conciencia.
Los que pueden dormir sólo en la más absoluta oscuridad, entienden lo que es dormir: la más independiente inconsciencia: la oscuridad es la condición sin la cual el dormir —y luego el sueño— no sería posible.
La posibilidad de sospechar que hoy he aprehendido esto, me ha abierto a otras perspectivas que no miraba posibles en mí, a otro modo de pensar que ni siquiera imaginaba, me ha hecho detenerme entre este torbellino del ser, me ha hecho… me ha hecho.
¡Carajo!
Entonces: gracias al descuido.
Total: muchos deben su existencia a un descuido… y creo que todas las escuelas filosóficas estarían de acuerdo en algo: ninguna existencia es un error[1].
todos los dias aprendemos algo, no existe duda, la mayoria de las veces es por ese descuido, pero yo si creo que hay existencias erroneas.... como yo. Saludos.
ResponderEliminarescribes sobre lo que vives tù o lo que vive alguien màs??
ResponderEliminar¿Cuándo publicas de nuevo?
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